Uno ejemplo típico con el que se ilustra el efecto térmico de la
disolución de sales en agua, es la existencia en el mercado de “bolsas” que se enfrían
o se calientan cuando se da un golpe sobre ellas. Suceden esos efectos térmicos
porque, con el golpe, se rompe una bolsa interior que contiene agua, y lo pone
en contacto con sales como nitrato amónico (disolución endotérmica) o como
sulfato de magnesio (disolución exotérmica). Estos dispositivos se venden por
ejemplo en tiendas especializadas en artículos deportivos, pues se emplean
precisamente para el tratamiento de contusiones, esguinces, etc. Son las sales
citadas las que se encuentran en las fotografías expuestas, como se observa en
la información impresa en las bolsas.