Es difícil frecuentemente, para los alumnos, distinguir entre
ebullición y evaporación. Como ejemplo de evaporación se indica a veces que la
ropa, después de lavada, se “seca” o que, al cabo de unos días, un vaso con cierta
cantidad de agua se puede encontrar vacío. Para ilustrar esta cuestión, en la
foto que se muestra, hay un conjunto de botellas de distintos licores que están
parcialmente vacías (o llenas, según el optimismo de cada uno), a pesar de que
nunca se abrieron. Evidentemente, no estaban herméticamente cerradas y su
contenido se ha ido evaporando con el tiempo. Quizá sea buena ocasión para
recordar a los alumnos que el fenómeno de evaporación, tan estudiado y útil en
Química, es en realidad un proceso físico y no químico.